Tuesday, December 22, 2020

El año que pintamos peligrosamente (II)

Para esta segunda entrega y siempre a la búsqueda de nuevos reglamentos y ambientaciones fijé mi mirada en Carnevale, el juego de escaramuzas nacido en nuestras tierras y que ha tenido una segunda oportunidad en manos de la empresa británica TTcombat. 

Ambientado a finales del siglo XVIII, en una europa alternativa que ha visto aparecer un portal interdimensional que ha permitido la entrada de seres "olvidados" es para mi gusto una alternativa "fresca" e innovadora al sinfín de juegos ambientados en la fantasía medieval. Llevado por mi pasión por el escenario más que por la mecánica su sitio está más cerca de Mordheim que otros juegos. Un entorno siniestro, un mundo oscuro en un esplendido decorado como es la venecia de los canales, puentes y edificaciones mohosas y envueltas por el manto de la oscuridad. 

El perfecto estrado para unas preciosas y detallistas miniaturas en las abundan damas de dudosa moralidad, avispados zagales diestros en robar bolsas y secretos, sacerdotes inquisidores huidos del Vaticano derruido, miembros de la comedia del arte, patricios de la nobleza a la busqueda de emociones fuertes, gremios comerciantes más ladrones que nadie (a mayor gloria de Assasin's Creed), vampiros centro europeos siempre sedientos y sectarios atraidos por los dioses del nuevo portal. Todos enfrascados en una lucha por el poder en la ciudad de los canales.

Un juego muy táctico en el que es necesario sacar partido a las habilidades de nuestros pequeños héroes y conocer bien nuestras flaquezas y las de nuestros enemigos, a lo que hay que sumar la espléndida escenografía que TTcombat ha desarrollado. Ver cobrar vida ante nuestros ojos esa Venecia es un gozo a nuestros sentidos con sus puentes, casas balconadas, altos pináculos y palacios abandonados. Sin olvidar las gondolas que pueblan sus canales, verdaderas autopistas para las criaturas acuáticas.

Para iniciarme he elegido las dos facciones visualmente más atrayentes. Por una parte el Gremio, con sus encapuchados, sus Pulcinellas, sus prostitutas, ladronzuelos y gondoleros, un variado elenco apto para todo y que son un gozo para pintar.  En mi caso adquirí la caja de la corte del príncipe, en realidad el príncipe de los ladrones, un líder capaz, diestro en el combate con la espada e inspirador para sus hombres. A su lado dos baronis, buenos espadachines y mejores tiradores con sus pistolas gemelas, sin olvidar que como buenos ladrones puede hacerte perder la cartera o algo más si entras en cuerpo a cuerpo con ellos. Les complementan un par de pilluelos más rápidos en aún en aliviar el peso de tu bolsa de dinero, y extremadamente difíciles de detener con sus rápidos y ágiles reflejos.

Frente a ellos los Rashaar, la secta creada por los seguidores del culto al dios Dagon, que ha atraido a los pobres y los olvidados por todos bajo promesas de riquezas y dones de su deidad pero bajo la que se oculta una diabólica maniobra que incluye aparearse con los humanos para el nacimiento de una nueva raza a mayor gloria de Dagon y de los dioses olvidados y la busqueda del poder sobre la tierra.

Mi elección fué para la caja de los Deepers Denizens, habitantes de las profundidades. A la cabeza un Raadru, un profundo de toda la vida, lento sobre tierra  firme pero rápido y voraz en las aguas de los canales. Le acompañan un par de híbridos, buenos contrincantes sobre las calles o las aguas en especial sin son ellos los primeros en entrar en combate. Junto a ellos dos híbridos, criaturas nacidas de la unión contra natura con los profundos. No son los mejores combatientes ni las mentes más rápidas pero debes tener cuidado si hay un canal cerca.

Espero ir poco a poco viendo crecer esta Venecia maldita y vivir muchas más aventuras el próximo año.




No comments:

Post a Comment