Ha pasado mucho tiempo. Mucho más del que yo hubiera deseado, pero en todo, como en la vida, has de encontrar la inspiración y él estímulo para llevar a cabo cualquier tarea.
Retomo este blog tras una larga ausencia con la intención de al menos continuar mostrando mis aventuras sobre las mesas de juego y de pintura, con el único afán de inspirar a otros, espero que más jóvenes, en las siempre relajantes aventuras con las miniaturas de plomo y plástico.
La patada inicial para este proyecto me vino de las cacerías submarinas que muestra en su muy recomendable blog Nicholas Wright, donde recoge las aventuras de excéntricos millonarios Victorianos capaces de pagar astronómicas cifras para llevar a cabo viajes en el tiempo y poder sumergirse en los océanos del periodo Jurásico para presumir de haber cazado un Liopleurodon, un Plesiosaurio y cuantas otras feroces bestias poblaban los mares de aquella era.
Aventuras no exentas de peligros que solo hacen incrementar la satisfacción de estos diletantes por jugarse la vida en estas peripecias.
El reglamento usado por Nicholas es Palaeo Diet, editado por Ganesha Games, que nace de la mente de Andrea Sfiligoi, padre del Song of Blades and Heroes, Flying Lead y muchos otras adaptaciones de su particular mecánica de juego. A ellas hay que sumar la aportación del mismo Nicholas para adaptar el juego a las cacerías de la prehistoria del hombre y de ahí el subtítulo del reglamento: "Eat or be eaten", toda una declaración de principios de lo que el aficionado a los juegos de miniaturas podrá encontrar con su lectura.
Así que, como punto de partida, y siempre fascinado por todos los artefactos que el hombre ha creado para surcar bajo el mar las aguas me decidí a llevar adelante una idea que me llevaba rondando hace tiempo la cabeza, usar el submarino que la marca sueca Lego tiene en su gama duplo.
El precio del juguete lo hace muy recomendable como punto de partida, menos de 23 euros y con el tamaño perfecto para ser usado con las miniaturas de 28mm.
Para dejarlo en el estado que muestro en las fotos, tan solo he tenido que usar la Dremel para eliminar los característicos cilindros de acople de Lego y lijar para dejar las superficies lisas.
Para el resto de los componentes me ha venido de maravilla la caja de Necromunda Zone Mortalis: Gang Stronghold, con todas esas tuberías y conectores repletas de detalles.
Un elemento importante es la escotilla superior, una pieza de la excelente marca Zinge Industries, un elemento imprescindible e icónico en toda nave submarina que se precie.
Por último, y no menos vital, es darle ese carácter Victoriano que solo los remaches pueden aportar. Y para no complicarme la vida utilice un truco muy documentado en otras páginas web: masilla de modelado. Ideal el tubo de Putty de Vallejo. Basta con cortar la punta lo más pequeña posible, apretar un poco para dejar una pequeña cantidad y distribuir a lo largo del casco imitando las planchas con remaches que conforman el casco. Al principio parecerá muy grande, pero al secar merma y queda estupendo.
Ahora solo falta poblar de fauna y flora los fondos submarinos de mi mesa de juego. !Dive, dive!
Una alegría volver a ver una entrada en este blog, ¡y más para descubrir una conversión tan chula!
ReplyDeleteLa verdad es que te ha quedado de lujo, muy steampunk con tanto detalle, y los remaches son ya la guinda. ¡Enhorabuena! :)
Como siempre, eres una gran fuente de inspiración. Muchas gracias.
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