Friday, March 29, 2019

BLACKSTONE FORTRESS - Un paso en la oscuridad

"El recuerdo es aún traumático, a duras penas nos hemos repuesto de nuestra anterior incursión en la fortaleza y de los horrores vividos. Ese miedo descarnado y cruel ante el que me doblego y me obligo a reconocer y que nunca antes había sentido. Yo, que vi el derrumbe de los templos Mor en el sector Nephilim, el descubrimiento maldito del Sphyrelaton de Formund y me alce victorioso tras la triskaidekaphilia en las estrellas Choul... Todo se confabula para que mi alma vacile en este momento. 

Y sin embargo no podemos cejar en nuestro empeño, hay demasiado en juego, el tiempo apremia, y apenas hemos obtenido unas pocas pistas, demasiado vagas como para determinar la ruta exacta a los bastiones que anteceden a la cámara principal.

Mi nombre es Janus Draik y dejo estas lineas escritas como testimonio de la arriesgada aventura en la que me he embarcado..."

"Quizás todas estas divagaciones fueron las culpables. Había perdido la concentración y me encontré de repente solo, llamando a gritos a mis compañeros. Irremediablemente perdido entre los laberintos de estancias y pasadizos de la fortaleza.
Pensé que las sombras situadas a mi frente eran mis amigos pero para mi estupor los caóticos habitantes de este infierno se manifestaban ante mi. Llevaba ventaja, no me habían visto y rápidamente conseguí eliminar a la pequeña escuadra de Guardias traidores.

Los misteriosos vigilantes de la fortaleza fueron un adversario más correoso, y aunque puede eliminarlos sufrí una fea herida por sus rayos.

 Pero los disparos y los ruidos del combate fueron mi salvación puesto que guiaron a mis amigos hacia mi. Respiré aliviado a pesar del dolor que me atenazaba en el brazo herido. Continuamos penetrando en la oscuridad y nuevas amenazas surgían ante nosotros.
 Dos pasillos laterales dividían nuestro avance pero ambos estaban bloqueados por nuestros enemigos.
 En el de la derecha se movían entre sombras las figuras de cuatro Ur-Ghuls.
 Y en la siniestra una amenaza que nos heló la sangre. Los miembros de un culto Negavolt que entonando su siniestra salmodia marcharon contra nosotros.
 Afortunadamente nuestro misterioso "hombre de hojalata" UR-025 logro despachar a dos de ellos antes de alcanzarnos.
Para empeorar las cosas dos de los Urghuls tomaron la decisión de asaltarnos desde el otro flanco mientras el resto de sus congéneres prefirieron esconderse entre las sombras alejándose de nosotros.
Los esfuerzos combinados del bueno de Espern y los precisos disparos de Amallyn neutralizaron las amenazas y pudimos continuar con la incursión en las cámaras y como fruto a nuestros desvelos encontramos más pistas y objetos que alcanzarían un buen valor de venta en Precipicio.
Pero si alguno de nosotros encontró nuevas fuerzas para continuar nuestra particular cruzada, esa fue Amallyn Shadowguide ya que entre los valiosos objetos se hallaba los Restos de la caida, los valiosos testimonios que llevaba buscando desde hacia mucho tiempo. Para ella fue un momento inspirador...
 Ur-025 actuó en vanguardia despejando la zona mientras Amallyn tomaba el pasadizo más alejado.
Y finalmente alcanzamos la cámara Maglev salida.
No había tiempo que perder, de inmediato tomamos un nuevo Maglev que nos deposito en una inmensa sala que abarcaba toda la vista. Pero no estábamos solos.
Lo cierto es que habiamos sido sorprendidos, y temí lo peor.
Pero Amallyn había tenido la precaución de activar su matriz de escaneo y estaba preparada para actuar de inmediato.

Nada más salir de la cámara Maglev divisé un conjunto de arcano-tecnología y me precipité de inmediato a recuperarlo. Súbitamente mi cuerpo recibió una enorme descarga cuyo dolor casi me parte en dos y me produjo graves quemaduras. Con más cuidado me percaté que toda la sala estaba sembrada de cables sueltos que lo decrépito del lugar había ocultado. Advertí a mis compañeros del peligro reinante y de la conveniencia en buscar más restos.

Pero no teníamos tiempo para distracciones, un nuevo grupo de Ur-Ghuls se abalanzó sobre nosotros.
A ello había que sumar que, debido a la fatiga ó simplemente la ausencia de suerte nos encontramos lentos y poco ágiles para superar a nuestros contrincantes.


El combate fue encarnizado y hasta nuestro enorme y blindado amigo sufrió en sus chapas las malvadas atenciones de las siniestras criaturas. Tan grave fueron los daños que temimos por su integridad.
Para complicar las cosas nos percatamos que la parte posterior de estos enormes salones estaba cubierta de grandes restos desprendidos del techo y complicaban bastante nuestro avance en pos de la cámara de salida.
Finalmente UR-025 consiguió deshacerse de todos los restantes adversarios.
A pesar de mis advertencias en relación a peligroso cableado que se extendía en todas direcciones y que hacia harto peligroso la búsqueda de reliquias Amallyn decidió arriesgarse. Incluso con los prodigiosos sentidos de la exploradora Aeldari fue incapaz de evitar la dolorosa descarga de un monofilamento invisible para todos.
Pero su empeño había merecido la pena, entre los restos encontramos la información necesaria para poder trazar una ruta en la fortaleza ya con un camino al primer bastión.
Tras este afortunado descubrimiento decidimos regresar a Precipicio. Era ya momento de descansar y reponernos.