Bueno, he dejado para está ultima entrada el que ha sido mi ojito derecho durante este año, Dust 1947.
El juego creado por Paolo Parente siempre ha tenido un lugar en mi corazón desde que comenzó con el Dust Tactics, pasando por AT43 un juego futurista sin mucha fortuna pero con mucho talento en sus miniaturas y mecánicas de juego.
De las novedades surgidas durante estos últimos años ha habido dos que captaron mi atención de inmediato por su singularidad. Por una parte los Escorpiones del Desierto. Con sus vehículos todo terreno y sus unidades de élite constituyen el clásico comando de "Hazañas Bélicas", o en mi imaginación las pequeñas unidades de infiltración tratadas en el películas de cine como "Objetivo Birmania" o " Comando en el mar de la china". En anteriores entradas os he mostrado varios informes de batalla así como el estado actual de mi contigente, ya muy completo.
Pero me faltaba buscarles un contrincante, y a pesar de que la facción del NDAK es atrayente, ya tenía zombies en mi ejercito del Blutkeuz y me parecia muy repetitivo. Así que me incliné por algo mucho más exótico y más cercano a mi cariño por el Pulp, la facción de los sectarios de Cthulhu.
El nucleo principal está formado por tres escudras de doncellas del culto, unidades con poca pegada pero con un coste en puntos ridículo. A ellas se le suma una unidad de saboteadores, muy potentes en cuerpo a cuerpo y especialistas en destrucción de vehículos ligeros con sus cartuchos de dinamita. Todas estas unidades están reforzadas por los diferentes héroes que potencian su supervivencia sobre el campo de batalla, como lo es Lilith y su capacidad de transmutarse en un monstruo devorador experto en combate cuerpo a cuerpo o los"oficiales" que pueden dar ordenes para reactivar o recuperar miniaturas caídas en combate. Por su parte los sacerdotes son vitales, puesto que son los únicos capaces de afectar a las criaturas monstruosas como el Avatar de Cthulhu o las escuadras de Mi-Go, especialistas en asaltos rápidos.
Lo cierto es que la calidad de las miniaturas de Parente ha ido aumentando con el tiempo, el cambio del plástico a la resina ha traído mejores detalles en el esculpido y el tamaño de las figuras, sospechosamente más cercano al 1/35 que al 1/48 oficial, ayuda bastante con el pintado. En los sectarios queda plenamente demostrado esta mejoría. Y en especial en el detalle espectacular que el español Joaquín Palacios ha volcado en su absolutamente genial figura del Avatar de Cthulhu
Las unidades mecanizadas del culto son una variopinta colección de vehículos capturados y transformados para servir a los dioses venidos de otra dimensión. En mi caso, debo reconocer, que he rehuido de adquirir los kits de transformación que ofrece el fabricante dado su escandaloso precio. Así que he buscado en Ebay alternativas más económicas y debo decir que ha sido una tarea bastante sencilla puesto que existen muchos vehículos diecast a escala 1/48 en colecciones de fascículos.
Sin duda por tamaño impresiona ver el Churchill, un mastodonte al que he cortado el cañón de 76 mm y lo he sustituido por varias piezas para imitar el lanzallamas. Para el Erradicador he buscado una alternativa sencilla con el semioruga AMC Schneider mientras que para el Purificador me he inclinado en favor del italiano AB41. El benjamín en la foto es el Tilly, el coche utilitario usado entre otros por la RAF y que es uno de los iconos del culto con una ametralladora Maxim montada sobre él. Como curiosidad decir que me he olvidado incluir en la foto el Annihilator, el único vehículo para el que compré su kit de transformación. Un montaje cuádruple sobre el chasis de un panzer T38 (t) y que queda la mar de aparente sobre el tablero.
Algunas de las figuras más emblemáticas son las de Rasputin y los sacerdotes del culto, los únicos capaces (ingenuos...) de manejar los avatares de los dioses malditos. Unas figuras repletas de detalles y un gozo para pintar.
Y para finalizar varias fotos de todo el ejercito al completo, un proyecto fabuloso con el que terminar este año "maldito".
Os deseo un nuevo año con menos pesadillas y más ilusionante. ¡Felices 2021!