En lo peor del confinamiento la montaña de plástico más alta era la formada por las miniaturas de Games Workshop, un clásico. En concreto los Palantine Enforcers para Necromunda, cultistas del Caos y los Híbridos Genestealer para Kill Team. Así que espoleado por el aislamiento y también por la rapidez de pintar con Contrast me lance a por ello con nuevos brios.
Los Enforcers son miniaturas con mucha personalidad y aunque el caos de los reglamentos de Necromunda no me invite a jugar mucho si quería terminarlos porque sigo empeñado en que algún día pueda llevar a cabo una partida de INQ28.
Comenzamos con la caja básica, que posee algunas configuraciones con mucho carácter, como el sargento o las figuras arrodilladas. La he montado llevado más por la variedad que por la jugabilidad y me he inclinado por el esquema de pintura de GW.
La verdad es que las figuras armadas con el revolver son espectaculares y el sargento con la carabina de concusión impone respeto.Por cierto he usado la escenografía de Zone Mortalis de Necromunda como decorado. Solo puedo decir cosas buenas, (excepto del precio, claro está) quedando la mar de bien. Confío en sumar alguna caja más poco a poco.
Y aquí los subjugators, figuras contundentes con sus armaduras pesadas, sus escudos de asalto y sus arietes. Fascinantes.
Como posibles contrincantes los híbridos Genestealers se presentan como una facción con mucha pegada. Y además creo que probaré a usarlos con el reglamento Post-apocalítico This is not a Test, que tiene muy buena pinta y ando con muchas ganas de probarlo. Los híbridos serían considerados como mutantes y los enforcers como los residuos de la ley y el orden. Los acólitos imponen mucho respeto con sus sierras, taladros y cizallas. El complemento ideal para reforzar a los neófitos.
Por último los aberrantes, unas miniaturas absolutamente geniales.
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