Vuelvo a la carga tras una pausa bastante larga y para mi primera contribución del 2017 he elegido un tema espinoso.
Supongo que algunos lo verán como algo herético e
iconoclasta pero esta entrada intenta traer aire fresco sobre la manera en la
que disfrutamos de nuestro hobby.
Cuando cayó en mis manos Mars Attacks, desconocía por
completo la mecánica de juego con la que me iba a encontrar pero si acertar a adivinar que el tipo de partida de escaramuza seria de mi agrado y que su tamaño,
aunque pequeño, daría el suficiente juego como para no echar de menos un
tablero más grande.
Pero es que para mi sorpresa me iba a ofrecer una motor de juego muy atractivo, inteligente, con la dosis adecuada de abstracción y detalle y mecanismos interesantes y novedosos.
Pero es que para mi sorpresa me iba a ofrecer una motor de juego muy atractivo, inteligente, con la dosis adecuada de abstracción y detalle y mecanismos interesantes y novedosos.
Estimulado pues por el descubrimiento me deje tentar por
Deadzone, el universo oscuro y siniestro de guerras en el futuro que ofrecía
Mantic... Y aunque el reglamento cumplió las expectativas puestas en él, su trasfondo,
(con la única excepción del concepto de La Plaga), y en especial la baja
calidad de las miniaturas me dejaron bastante insatisfecho.
Es curioso porque la escenografía de Deadzone me parece
genial, práctica, con un desarrollo ilimitado y pensada para junto al reglamento sacarle el mejor partido junto
al reglamento de una forma más razonable, a mi entender, que la de Warhammer 40.000.
Sin embargo el modelado de las figuras adolece de la maestría
de su hermano mayor y de la carencia de imaginación y detalle que Games
Workshop han conseguido con el paso del tiempo.
Así que llevado por el deseo de probar lo mejor de ambos
mundos se me ocurrió adaptar el universo del cuadragésimo primer milenio y tratarlo con la
mecánica de Deadzone, (es en este momento cuando me parece escuchar las válvulas de
Prometio abrirse y escuchar al viscoso combustible en su camino hacia la bocacha de un lanzallamas antes de
quedar incinerado al grito de ¡¡¡Heréje!!!).
Como conejillos de indias he utilizado dos facciones, los híbridos Genestealers, que ahora mismo
son la mejor representación de la calidad la alta calidad de modelado conseguida por GW...
... y los
Infilitradores Sicarian del Adeptus Mechanicus.
Ambientado en un mundo industrial para no escapar demasiado
del trasfondo Genestealer y usando el tapete de juego y la escenografía de
Deadzone Infestation el experimento me obligaba a adaptar las reglas de ambas
facciones y si quería sobrevivir debería intentar conseguir que los efectos de
las diferentes características de cada bando fueran lo más parecidos en sus resultados.
Comenzando por los Híbridos Genestealers de 4ª generación,
he graduado sus características para que dispongan de una buena resistencia, un
valor normal de cuerpo a cuerpo y habilidad de disparo por encima de la media,
junto con algo de protección pero sin ninguna regla especial.
Disparo 5, Lucha 6, Supervivencia 6, Blindaje 1, tamaño 1.
Para los de 3ª generación, he incrementado su valor de
resistencia aún más, mientras que su
efectividad en combate cuerpo a cuerpo se ha mejorado mucho con alguna
característica especial como Furia (Permite 1 re-roll en combate CC) y Sólida
(no es arrojada hacia atrás por armas con Onda Expansiva o Derribo) y una supervivencia mayor con Tamaño 2.
Disparo 5, Lucha 5, Supervivencia 6, Blindaje 1, tamaño 2.
Sus adversarios tenían que ver reflejadas sus muy especiales
características, capacidad de infiltración, sigilo, protección y movilidad.
Para ello cuentan con las habilidades Explorador (una acción gratuita tras el despliegue), Ágil (tras mover 1 acción gratuita para subir o bajar un nivel), Furia (1) (Permite
1 re-roll en combate CC) y Escudo de Energía (+1 armadura)
Disparo 6, Lucha 5, Supervivencia 4, Blindaje 1, Tamaño 2.
Comparando los perfiles nos encontramos con que los Sicarian
son iguales a los hibridos de 3ª en combate cuerpo a cuerpo y algo mejores que
los de 4ª.
Su maniobrabilidad está representada por la regla Ágil que
intenta recrear la de Cruzadunas (Wh40K). Poseen una excelente defensa para recrear la
regla Sigilo (WH40K) mientras que en disparo son algo peores si bien es cierto
que los lanzaagujas les compensan con buena cadencia de fuego (2), aunque de
muy corto alcance (Range 4) y sin capacidades especiales. Es decir, emulando la
efectividad en el universo WH40K del Blaster Flechette (Range 12”, Fuerza 2,
FP-, Asalto 5).
Las reglas de las armas especiales son bastante similares
entre ambos universos por lo que no me detendré en ello . Baste como ejemplo que
el Laser Minero tiene un alcance medio, R5, la característica Arma Pesada (que
consume para disparo las dos acciones que usa una miniatura en Deadzone y la
capacidad de penetrar un blindaje poderoso, AP3. Muy similar por tanto a su
homónimo en WH40K
Y tras esta pesada charla os preguntaréis como se desarrollo
el experimento., verdad?
Pues en mi opinión con un resultado muy parecido al que
conseguiríamos en una partida de Kill Team y para mostrároslo os dejo algunas
fotos del desarrollo de la partida.
Los Sicarian hicieron lo que mejor saben, acercarse todo lo posible y destruir la logia bajo el peso de las armas en cuerpo a cuerpo. Solo uno de los cinco Sicarian cayó bajo el fuego letal de un laser minero. El resto, con alguna herida, sobrevivieron y arrasaron con todos los híbridos Genestealers.
Una muy grata experiencia que espero repetir, con nuevos refuerzos, en especial nuevos híbridos de primera y segunda generación que seguro estarán a la altura de las fuerzas del Adeptus Mecanicus.
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