Friday, February 21, 2020

RoSD - La Arboleda Infectada



"...sudábamos y jadeábamos del esfuerzo que habíamos realizado pero la marcha forzada había dado sus frutos y la pronta llegada nos permitió coger a las infectas bestias de la arboleda por sorpresa (*). Ante nosotros se extendía una zona de arboles de copas altas y frondosas que no permitían que la luz solar penetrará bajos sus ramas.
El repelente aspecto de varios capullos de tela de araña se veía aquí y allá y al fondo nos pareció ver varios árboles donde las arañas habían hecho sus nidos.
La prioridad era abrir los capullos con la esperanza de poder rescatar a alguno de los aldeanos.
Más de inmediato las bestias de ocho patas parecieron detectar nuestra presencia y una cambiante masa de patas se lanzó sobre todos nosotros. 
Rupertus y Kasper, nuestro fiel sabueso de guerra, fueron los primeros en entrar en batalla. Las mandíbulas de Kasper arrancaron de cuajo la cabeza de la primera bestia sin permitir que su ponzoñoso mordisco pudiera alcanzarles.
Yo me encontraba en compañía de Othon, Mortar y Thanis cuando otra de las arañas cargo contra nosotros.
Esta vez fuimos los sorprendidos por la velocidad con la que Mortar fue atacado sufriendo una ligera herida. De inmediato su rostro mudó a una palidez vívida. El veneno había entrado en su organismo y lo debilitaba a ojos vista.
A lo lejos veiamos como más arañas encontraban nuestro rastro con asombrosa facilidad, era evidente que estas alimañas poseen unos poderosos sentidos capaces de detectar a cualquier víctima o intruso por mucho cuidado que mostrara éste al caminar.
A pesar de cojear por su reciente herida, Rupertus junto a Kasper, ya habían alcanzado uno de los capullos pero muy cerca de ellos ya acechaba otra de las arañas.
Othon asestó un mandoble que partió por la mitad a la araña que nos había atacado. Mortar había sido vengado pero todos éramos conscientes de la debilidad que le afligía.
Thanis se acercó a otro de los capullos y con su puñal rompió la madeja de hilos de araña pero en su interior yacía inerte el cadaver de uno de los aldeanos. Para él, habíamos llegado demasiado tarde.

El bosque estaba invadido por un sinfín de arañas pero aquí y allá entrábamos en combate con ellas.
 Kasper acabo con la vida de una.
 Al igual que Othon que repartia mandobles a diestra y siniestra.
 Continuábamos luchando para alcanzar lo antes posible el resto de los capullos.
 Thanis abrió otro de ellos pero una vez más solo encontrábamos cadaveres.
 Un grito desgarrado de Rupertus nos hizo girar la mirada en su dirección. ¡Kasper había caído!
 Y no dejaban de aparecer más de aquellas repugnantes bestias.
 - ¡¡¡¡Sin tregua!!! - grité. Era una lucha contra el tiempo, y este parecía acabar con la esperanza de rescatar a alguien con vida.
De inmediato otra de aquellas gigantescas arañas se abalanzó contra mi y nos enfrascamos en una lucha en la que por todos los medios intentaba evitar que aquellas mandíbulas se acercarán a mi,
 Mitch, nuestro recluta encontró otro de los capullos...
 ...pero una vez más nos maldecimos por nuestra tardanza, ¿es que acaso no quedaba nadie vivo?
 Rupertus se lanzó contra la bestia que había acabado con la vida de Kasper.
Pero ya nuestra vanguardia había llegado a los arboles donde se encontraban los nidos de araña que de inmediato procediqmos a quemar.
 Lo mismo hacía Otho...
 ... como yo mismo...
 ...o el joven Mitch.
Solo quedaba un capullo por abrir y como terrible testigo de nuestro fracaso de su interior brotó un zombie. Esta criatura otrora había sido un aldeano, pero este era el resultado que causaba el veneno de las arañas sobre los cadáveres de sus víctimas.
 El ser poseía una resistencia notable y ni Mordar ni yo mismo conseguíamos doblegarle.
 Fue necesario el concurso de Thanis para acabar con el zombie.
 
La última de las bestias, aquella que acabó con la vida de Kasper, cayó bajo los furiosos mandobles de Rupertus.
Una desoladora congoja nos invadió a todos. Kasper había muerto y no quedaba más remedio que incinerar su cadaver y nuestro ánimo quedo por los suelos al no poder rescatar a ninguno de los aldeanos. La Sombra extendía su poder con crueldad y debíamos regresar para informar de la gravedad de la situación..."

Tuve mucha mala suerte con las tiradas para abrir los capullos, 4 cadáveres y un zombie, la única nota positiva fue hallar un hatillo con una poción de Fuerza. Además, Kasper ha muerto por lo que habrá que reclutar un nuevo compañero antes de enfrentarnos de nuevo a la Sombra. Me consuelo pensando que hemos  obtenido bastante experiencia y mi Ranger, Laynor, ha desarrollado nuevas destrezas. 

(*) Superamos la tirada de Orientación lo que nos permitió retirar a una de las arañas desplegadas sobre el tablero.

Monday, February 3, 2020

RoSD - "El pueblo abandonado"


"No recuerdo su nombre y además no me importaba, si alguna vez fue una villa populosa y alegre la llegada de la Sombra había concluido para siempre su historia. Lo que quedaba en pie eran unas míseras casas, la mitad de ellas a punto de derrumbarse y la otra mitad carentes de cualquier hálito de vida. Las órdenes eran claras: averiguar el paradero de Aventine, un veterano compañero enviado varias jornadas atrás para investigar la noticia de un misterioso ataque y que no había dado señales de vida desde entonces.

Me dispuse de inmediato a rastrear el pueblo con mis hombres cuando los ladridos de Kasper, nuestro fiel sabueso, nos pusieron en guardia. Los "habitantes" de la villa habían hecho acto de aparición.
Así que aún quedaba vida, pensé... ó más bien muerte, arrastrándose hacia nosotros avanzaban varios cadáveres de No Muertos y también unas grotescas ratas de anormal y siniestro tamaño. La Sombra nos daba la bienvenida.
No había tiempo que perder, la prioridad era hallar a Aventine y llevarlo de vuelta a Tallis, pero tendríamos que hacerlo conteniendo la amenaza de los recién llegados.
Dos de las ruinosas casas se nos antojaban como buenos puntos de partida por lo que di ordenes de entrar en ellas de inmediato a la vez que me encaminaba hacia uno de los extremos de la villa donde me pareció ver algunos rastros. Con un silbido lance a mi fiel Kasper contra la rata más cercana.
Las mandíbulas de Kasper no dieron ninguna oportunidad a la inmunda alimaña pero en el centro del pueblo otra de las gigantescas ratas se abalanzo contra Thim, nuestro recluta, quién quizás atenazado por el miedo o por su falta de experiencia no pudo evitar ser mordido, sufriendo una grave herida que a punto estuvo de hacerle perder el sentido. Rupertus nuestro Arcanista acudió a su rescate preocupado por que el engendro pudiera haberle inoculado alguna enfermedad, pero el anciano sabio es más hábil con la pluma que con la espada y resultó también herido a pesar de su noble gesto.
Yo por mi parte había hallado un rastro interesante, alguien o algo había llegado al pueblo desde el bosque del norte, una siniestra arbolada envuelta en sombras pero ¿Donde estaba Aventine?, ¿pudiera ser que se hubiera internado en aquella desolada arboleda?  No era momento de distraerse y regrese con mis compañeros al claro cuando observe que uno de los zombies de dirigía hacía Kasper. Alce el arco y disparé pero el venablo falló.  
El inmundo ser se abalanzó sobre el can más como una bestia que como lo que había sido, mordiendo y arañando y Kasper aulló de dolor al recibir la cruel mordedura de aquella "cosa".
Me encontraba demasiado lejos para ayudarle y supe de inmediato que quizás había llegado la hora para mi fiel Kasper.

¡¡¡Atrás!!! Como un rayo, Mondar, uno de mis arqueros acudió al rescate e hizo retroceder al zombie. El golpe por poco acaba con él pero la inhumana resistencia del engendro prevaleció. La lucha se antojaba prolongada.
Los gritos del enfrentamiento y de los impactos de las espadas lo invadían todo, el combate se había generalizado por todo el pueblo y aquí y allá caían las alimañas de la Sombra. La rata que había mordido a Thim y a Rupertus había sido eliminada por el "pequeño" Othon, nuestro compañero Templario a quién reclute justo antes de partir, una buena decisión. El gigantesco templario también había parado en seco el ataque de otro de los No Muertos.  

Thanis, otro de mis arqueros había conseguido echar la puerta abajo de una de las casas importantes pero cuando se disponía a entrar un nuevo No Muerto se abalanzó contra él, pero con un rápido mandoble, fruto de sus  ágiles reflejos cercenó la cabeza y el zombie cayo abatido.
 
Al entrar en la casa, un bulto yacía sobre el suelo en medio de un inmenso charco de sangre, Aventine había encontrado allí su final. Habíamos hallado lo que venimos a buscar pero no de la manera en la que recordábamos al Ranger de leyenda, al valiente y esforzado defensor de las fronteras del reino. Thanis observó con cuidado todos los detalles de las escena y se percató del objeto alargado que hacia cerca del cadaver, la espada de Aventine. La recogió del suelo y la guardo para llevarla de regreso a la armería de Thanis como el valioso objeto que era.
Solo un combate continuaba en liza, y por poco no termina dramáticamente cuando el edificio situado al lado del mismo se derrumbo con un gran estruendo. Mondar resulto herido leve pero ni Kasper ni el zombie sufrieron daños, aunque este abandonaba de nuevo la "vida" tras caer abatido por mi compañero.
Nuestros últimos momentos en la abandonada villa fueron pacíficos, como si aquel sitio quisiera morir en silencio, y al fin en paz. Rebuscando en los alrededores encontramos algunos cadáveres de los que un día fueron sus moradores. En todos ellos aparecían evidentes signos de haber sido atacados por algún tipo de araña, aunque de proporciones gigantescas y las bestias habían llegado desde aquella arboleda del norte. Era hora de pedir venganza por aquellas pobres gentes"




Nota: Los hechos narrados corresponden a la primera partida de Rangers of the Shadow Deep, en concreto del primer escenario de la campaña. Los eventos fueron relativamente benignos y las amenazas rapidamente bloqueadas. Aún así una maldita rata puso fuera de combate a mi Arcanista, que como recuerdo ha perdido algunos dedos de un pie, y el derrumbe del edificio fue una sorpresa que pudo haber tenido consecuencias más graves. Afortunadamente todo quedo en un susto. 
63 puntos de experiencia para mi ranger y la fortuna de haber resuelto los enigmas: hallar el rastro y la naturaleza de la amenaza, hallar los restos de Aventine y recuperar su espada mágica. Veremos que aventuras nos depara la segunda misión.