Gaslight propone un sistema ingenioso y muy practico de juego, con dados de 20 caras y con muy pocas características para nuestras miniaturas. Basicamente tres; Shoot que delimita el valor para disparos, Scuffle para el combate cuerpo a cuerpo y Save para los líderes y oficiales que les permite intentar salvarse de la escabechina resultante. El resto de las figuras se denominan extras y para dar honor a su nombre deben morir como chinches y por tanto carecen del atributo Save.
Otra particularidad de GASLIGHT es que todo artefacto mecánico es por definición no es fiable. Al activar cualquier clase de vehículo o dispositivo se debe llevar a cabo una tirada que debe ser inferior a un valor denominado Sustain, si la tirada es igual ó superior a dicho valor algo ha fallado y el vehículo se detendrá, lo que en el caso de las mochilas voladoras tiene algún efecto secundario...
En el siguiente turno es posible intentar arrancar de nuevo, con otra tirada que usa el valor Start, pero este valor normalmente es inferior al Sustain con lo que en el peor momento de una partida podremos encontrarnos en una situación apurada, (como por ejemplo si nuestras tropas voladoras no logran encender de nuevo sus mochilas voladoras...).
En Fleet Battles, sin embargo entran más características. Nuestras naves pueden volar a diferentes alturas así como cambiar de rumbo ó acelerar y desacelerar. De hecho 13 son los valores que cada nave posee y que incluyen desde la capacidad de ascenso como su valor de fuego AA ó techo máximo de altura, entre otros.
Como mi actual situación laboral de forzosa varada en dique seco me permite disponer de mucho tiempo libre decidí darle a Fleet Battles una oportunidad y como disponía de amplias reservas de plasticard así como varias bases y pies magnéticos de la marca americana Corsec me he construido tres modelos de estas naves ambientadas en un universo paralelo al de la primera guerra mundial.
El primero de ellos es el S.M.S Seydlitz, un crucero ligero, razonablemente armado y que incluso dispone de una bodega de bombas contra objetivos terrestres. Posee un blindaje ligeramente superior al de sus contrapartidas británicas y mayor tripulación aunque su techo de operaciones es menor así como más lento.
Arriba podéis encontrar al H.M.S. Rawalpindi. También es un crucero ligero y su armamento es casi idéntico al del alemán, aunque dispone de 2 tubos lanzatorpedos en cada banda. Posee una mayor aceleración y velocidad y puede ascender hasta nivel 6, el máximo.
Por último os muestro al destructor H.M.S. Thelemacus. Una nave rápida y ágil como deben ser los de su clase. Aunque posee un escaso blindaje (menor valor de Save) y cañones ligeros tiene a su favor los dos montajes triples de torpedos situados a cada banda.
La partida encuentra a ambas formaciones separadas, volando en nivel 1 y a velocidades de crucero. De inmediato y tras superar las tiradas de Sustain las naves britanicas se separan, tomando la delantera el crucero y dejando al destructor rezagado para rematar más adelante.
El Seydlitz asciende a nivel 3, el Rawalpindi a 4 y el Thelemacus a 3.
En el siguiente turno las alarmas resuenan en el crucero alemán, que tras fallar la tirada de Sustain ve reducida su velocidad a la mitad y pierde 1 nivel de altitud. Es vital poder arrancar de nuevo los sistemas de ascenso pero eso deberá esperar al menos un turno.
Pero no todos son infortunios para la nave prusiana ya que logra arrancar de nuevo sus sistemas de vuelo, permitiéndole en el siguiente turno ascender y hacer pagar cara la osadía del destructor británico infligiendole graves daños que reducen a la mitad el blindaje del destructor, de por si bastante menguados.
Sin embargo el valiente gesto del Thelemacus obtiene su recompensa al impactar varios de sus torpedos lo que provoca daños en el puente de mando del Seydlitz y la muerte de Von Strasser. Cegado por la ira al ver caer a su amado jefe, el segundo de a bordo Kolcher, ordena virar de inmediato hacia el Thelemacus e intentar su abordaje.
A pesar de los intentos del destructor británico de evitar el abordaje la proa del Seydlitz impacta contra la banda del frágil destructor y aunque el alemán recibe daños en sus timones de elevación logra que un trozo de abordaje prusiano aborde al navío ingles iniciandose de este modo un combate que llevará varios turnos en concluir con la victoria alemana y la toma de posesión del destructor.
Sin embargo el gesto de Kolcher ha marcado sin querer el destino del crucero ya que al quedar sin movimiento se convierte en una presa facil para el Rawalpindi que lanza toda su artillería y torpedos sobre el detenido Seydlitz desmontando casi todas sus piezas de artillería, dañando sus motores y dejando desarbolado al navío alemán (lo que conlleva que TODAS sus características sean reducidas a la mitad. Como guinda final Kolcher también cae muerto y el mando debe recaer en otro oficial.
Fregattenkapitän Kolcher, el valiente aunque exaltado Kolcher murio por la fusilada a corto alcance del crucero británico Rawalpindi.
Heindrich, el pastor alsaciano del capitán Von Strasse, la primera baja del combate.