Tras una larga sequía en el blog, regreso trayendo conmigo a Frostgrave, el nuevo reglamento de Osprey acerca de una ciudad maldecida y abandonada a la que una hueste de aventureros y espabilados acude en busca de tesoros y maravillas ocultas... ¿Mordheim? Pues no, pero qué duda cabe de que bebe en la misma inspiración y actúa de imán para los que, como yo en otra era, disfrutamos tanto entre aquellas callejuelas, ruinas y subterráneos.
Tras una relativamente pequeña inversión monetaria, no hacen falta muchas miniaturas (aunque si muchos monstruos y extras), y con la escenografía acumulada durante años era suficiente, he creado varios hechiceros y magos para iniciar una campaña en solitario. En Frostgrave son ellos los héroes con los que nos identificamos y a diferencia con Mordheim, los soldados que les acompañan cobran más un papel más de peones sacrificables que de otra cosa. Como bien dice el autor del reglamento es mejor que no les cojas mucho cariño.
Para el inicio de la campaña he jugado el escenario “Well of Dreams and Sorrow” en la que los magos consiguen 100 puntos de experiencia si logran beber de las aguas del mencionado pozo.
Aquí os muestro un aspecto del tablero con el pozo en el centro y a su alrededor algunos de los tesoros a recuperar.
En la parte superior derecha despliega la banda de Lady Roanne, adscrita a la escuela de los Sigilist. Va acompaña por Ergamunda, su fiel aprendiz. Sus hechizos son Explosive Rune, Push, Draining Word, Shield, Strenght, Fool’s Gold, Curse y Slow.
En la esquina contraria y sin salir en la foto despliega Simon el Artifex junto a sus secuaces y a su aprendiz, Alberich. Su escuela es Enchante y sus hechizos son Animate Construct, Telekinesis, Grenade, Fog, Push, Elemental Ball, Heal y Leap.
Ambos bandos intentaron sus hechizos Out of the Game, que pueden ser intentados antes y después de una partida. En el caso de Lady Roanne intentó, con escaso éxito Fool’s Gold, que permite colocar un tesoro más en el tablero aunque más falso que un duro sevillano.
Por su parte Simon lanzo los encantamientos para animar a su constructo, con resultados igual de desalentadores aunque peor suerte tuvo Lady Roanne ya que fallo muchisimos hechizos y eso e Frostgrave se paga con la vida.
Si entrar en muchos detalles la partida fue relativamente inocua. Solo el sabueso de la banda de Simon consiguió desgarrar el cuello de uno de sus enemigos.
Alberich creó un muro de niebla que estuvo activo durante toda la partida y que le fue muy beneficioso para evitar las flechas del arquero enemigo.
Ambos bandos lograron retirar del tablero tesoros, aunque un retraso de Lady Roanne propicio que sus contrincantes les arrebatarán uno de los tesoros más cercanos.
Sin embargo la fiebre por obtener las riquezas ocultas de Felstad despertó la curiosidad de las dos de las más temibles criaturas errantes de la ciudad, un espectro y un gusano gigante, y para más inri las criaturas llegaron cada una por los bordes de despliegue de cada banda (vamos, que me lucí con los dados...)
Como resultado Lady Roanne tuvo que enfrentarse al Espectro, que posee Drenaje de Vida por lo que sus heridas causan el doble de daño y además es inmune a todas las armas salvo las mágicas. Y como es el comienzo de la campaña Roanne no disponía de nada que pudiera constituir una amenaza para el Espectro.
Aprovechando el caos Simon consiguió el hechizo “Leap” y abandonando su privilegiada posición logró posarse sobre la fuente y beber de las mágicas aguas que le otorgaron saber y conocimientos arcanos. Con el mismo hechizo abandono en un santiamén la fuente y se retiró hacia su borde de despliegue.
Sus secuaces estaban pasando un mal rato puesto que el gusano gigante no quería dejar pasar la oportunidad de saciar su voraz apetito.
Al final ambos bandos se marcharon a curarse de sus heridas sin lamentar más bajas. Claramente la balanza se había inclinado hacia Simon y Alberich, quienes lograron lanzar numerosos hechizos y obtener 4 tesoros a diferencia de una actuación muy pobre de Lady Roanne y Ergamunda.
Frostgrave es divertido, sangriento y en campaña puede llegar a ser muy adictivo.
Muy recomendable