Como deseaba utilizar únicamente figuras pintadas he preferido no tener en cuenta los puntos, aunque sospecho que los Skavens superan a los humanos, en cualquier caso se trataba de eliminar al contrario.
Por el bando Skaven participan 4 Clanrats, 1 Rata Gigante, 1 Rata Ogro, 1 Asesino, 1 Mortero de Viento Envenenado y 1 Vidente Gris. Completando el grupo estaba Skritch Spiteclaw y los cuatros Skaven que conforman su enjambre.
Frente a ellos los Stormcast al mando de un Knight-Incantor, acompañado por un Gryph-hound, 3 Castigators y 3 Sequitors.
Ambos bandos despliegan en lados opuestos y en el primer turno, la iniciativa cae en el bando de los Skavens quienes inician un rápido asalto contra la línea central.
El flanco derecho (inferior izquierdo en la foto) corre para tomar la delantera, mientras que el resto de unidades toman posiciones. Entre otras el Vidente Gris que prefiere ser fiel a la filosofía de "Todo desde la retaguardia es Más-Más mejor"
La única figura del flanco izquierdo que decide correr es el Asesino
Por su parte los Stormcast también se lanzan hacia adelante para poder poder en funcionamiento los arcos largos cabezatrueno. Pero quién más avanza es el Grifo que aprovechando su enorme velocidad toma la delantera para intentar acabar a la mayor brevedad con la amenaza que supone el Mortero de Viento Envenenado, ya que con su alcance y sin necesidad de tener línea de visión puede impactar sobre cualquier Stormcast situado sobre el campo de batalla.
El turno 2 verá girar la iniciativa hacía los Stormcast. La primera decisión es por parte del Knight-Incantor quién logra invocar el hechizo Tormenta Espiritual.
Sin embargo, desde su "relativa" seguridad en retaguardia, el Vidente Gris consigue disiparlo sin esfuerzo.
Los disparos de los arcos cabezatrueno no logran reducir la marea de Skavens pero quién si decide hacer acto de presencia es el Mortero de Viento Envenenado, quién de inmediato hace fuego sobre la peligrosa amenaza que representa el Mago Stormcast.
El disparo ha sido bien dirigido pero no logra causar más que una leve herida en su objetivo, (posee Daño 1D6, y causó cuatro heridas, de las que el Mago pudo salvar todas excepto una.
Sabedor de la amenaza representada por el ingenio salido de la mente del clan Skyre, el grifo entra en combate con los servidores del arma, pero no logra causar daño por lo que de inmediato hace uso de la regla Ataques Rápidos, que le permite retirarse 6" tras llevar a cabo el combate.
No es el único combate que tiene lugar en este turno. En el centro se producen otros que tiene como protagonistas a los Sequitors, que marchan a la vanguardia y elementos variados de los Skavens.
En uno de ellos se enfrenta a la Rata Ogro contra un Stormcast Sequitor, que no es rival para los 4 ataques con daño 2 de la gigantesca bestia.Incapaz de resistir los golpes del engendro creada por los alquimistas del clan Moulder. el Stormcast se derrumba a los pies de sus enemigos.
Pero no todo está perdido, ignorando la pérdida del su compañero otro Stormcast se enfrenta a los Clanrats...
...y con un golpe de su gran maza acaba con la vida de uno de los pellejudos enemigos.La llegada del turno 3 y la iniciativa en el bando Skaven traen nuevos y renovados esfuerzos por acabar con las fuerzas del dios Sigmar. El Mortero intenta de nuevo impactar al Knight-Incantor pero el disparo se pierde si alcanzar su objetivo.
Quién si lo consigue es el Asesino Skaven que haciendo buen uso de sus Estrellas Arrojadizas consigue abatir a uno de los Castigators.
A su debido tiempo sus compañeros abren fuego sobre la marea peluda pero sin causar ninguna baja.
La situación se torna desesperada para los hijos de Sigmar. Las pérdidas son cuantiosas si bien la moral resiste. El Knight-Incantor falla la tirada para usar sus hechizos y los Skavens comienzan a rodear a los pocos supervivientes.
El Grifo ha vuelto a cargar contra los servidores del mortero, y aunque logra causar una herida su esfuerzo no es suficiente para acabar con la pesadilla.
El único superviviente de los Sequitor se traba en combate con Skritch y su guardaespaldas, Krkk el casi fiable. El combate entre ellos acaba en tablas, ya que el primero sufre 1 herida pero resiste mientras que logra causar otra sobre Skritch.
Pero quién no tiene piedad es el Asesino Skaven que ha logrado cargar contra uno de los Castigators que cae derrumbado tras un sinfín de ataques de las espadas supurantes de su enemigo.
Tampoco vera la luz de un nuevo día otro de los Sequitors que cae bajo la avalancha de golpes de la rata Ogro.
El inicio del turno 4 parece presagiar un triste final para los Stormcast pero una leve esperanza invade el corazón del Knight-Incantor tras alzarse con la iniciativa en este turno.Con voz de trueno pronuncia una vez más el encantamiento para invocar el hechizo Tormenta Espiritual.
Un sobrecogimiento de puro terror invade de repente el alma del Vidente Gris al percibir de inmediato el olor del almizcle del miedo, algo malo va a ocurrir y como si fuera un terrible presagio el Vidente es incapaz de disipar las poderosas fuerzas desencadenas por su archienemigo.
Un estruendo descomunal que surge del cielo y la súbita cerrazón de las nubes son el heraldo de una terrible tormenta de rayos que se desencadena sobre el campo de batalla.
Por doquier caen los Skavens, víctimas de los mortales dedos eléctricos que surgen de la bóveda celeste,
Solo aquellos los suficientemente resistentes son capaces de aguantar la cólera desatada por el Knight-Incator, como la Rata Ogro...
...o Skritch Spiteclaw que incapaz ve quemarse vivo a su capataz Krrk.
Furioso por la pérdida de su enjambre el guerrero Skaven se lanza contra el único Castigator superviviente a quién le arrebata la vida en venganza.
Y ese mismo deseo guía al Asesino Skaven contra el mismísimo Knight-Incantor.
Pero el combate resulta en tablas y viendo la desolación a su alrededor el ejercito Skaven se retira a lamerse sus heridas y lamentar que les han arrebatado la victoria de entre sus garras.