Con la compra de varios elementos del Sector Mechanicus ya
tenía suficiente escenografía para
Shadow War Armageddon pero con la llegada del Necromunda Underhive quería un
esquema de color para la escenografía que reflejará la decadencia de la
colmena.
También deseaba jugar sobre una superficie diferente que diera sentido a
todas esas plataformas suspendidas sobre “algo” que en mi caso decidí que fuera
un medio acuático: aguas estancadas, contaminadas con desechos ponzoñosos, y
seguramente pobladas de “vaya a usted a saber que criaturas”, que en cualquier
caso es mejor no conocer.
Uno de mis simpáticos colegas la ha bautizado con el nombre
de “La Venecia tóxica”, y he decidido hacer mío el término. Lo más curioso es
que mucho tiempo antes de que él la denominara de esta forma yo ya había
fabricado una pequeña embarcación para que surcará sus procelosas aguas.
Desde el lanzamiento de los Kharadron por parte de GW me
había quedado prendado de sus barcos flotantes, o al menos de la parte
embarcación. El Gunhauler se me hacía demasiado pequeño y el menos “naval” de
los tres modelos y el Iroclad demasiado grande y difícil de transformar así que
la elección lógica fue la Arkanaut Frigate.
Unos cortes por aquí y otros por allá, la construcción de
una cubierta falsa a proa, pero removible y fijada mediante imanes me permite
usar, si lo deseo, una pequeña pieza de armamento para casos “particulares”.
Para el esquema de color me decidí por uno que conozco bien
tras mis muchos viajes a la ciudad flotante; es el que llevan las embarcaciones de
la “Azienda del Consorzio Transporti Veneziano“; los famosos Vaporettos.
Ese
beige claro, plagado de manchas y desconchones de herrumbre y con el cual podía
probar la técnica del chipping se adaptaba muy bien a las aguas recluidas de
los niveles inferiores de una colmena como Petropolis en Eustis Majoris.
Una escenografía perfecta para los enfrentamientos de
Necromunda o para las batallas entre el Caos y el Imperio en Inquisimunda.